Creo que a todos los que nos gusta hacer collajes experimentamos una emoción particular al dar a luz a una unidad, sea figurativa o abstracta, a partir de fragmentos individuales, encontrados por casualidad, y al apoyar al mismo tiempo tanto nuestro instincto creativo como la aleantoriedad.
Os sorprendería descubrir cuantas veces el caso me hace encontrarme con esa pieza faltante que encaja con mi narración interior.
Otras veces, sin embargo, hay que dejarse llevar, al hojear las revistas, con una especie de escucha activa, y la composición se va a surgir del material acumulado a lo largo del tiempo. Ciertos recortes yacen tranquilamente en mis carpetas durante semanas. De repente, llega su momento de salir a escena, su redención quien les transforma de rechazos en protagonistas de una historia.
Algunas de mis obras son mas austeras o sintéticas, otras mas densas, como si estuvieran inspiradas de una especie de horror vacui moderno. Algunas son mas irónicas o irriverentes (comos las de las series «POP» o «METAFÍSICOS»), otras más líricos o juguetones (como las de las series «ANGELES» o «EPHEMERA»).
Virginia Woolf escribió que cada mujer debería tener su propria habitación: esta es mi propria habitación, donde usar mi imaginación, y me alegra mucho compartirla con ustédes!